mi propia guerra”.

 

Queremos compartir  un testimonio sobre la autolesión publicado en Activa Ment.

 

Hubo un periodo de mi vida en que no podía más, todo me sobrepasaba, todo me venía grande, me sentía muy perdida, no encajaba en ningún sitio, se me descontrolaba todo, veía que se me iba de las manos. Mis emociones me desbordaban, no podía sentir, y la única manera que tuve para expresar ese malestar fue mediante las autolesiones.

También utilizamos la autolesión, como método de evasión, como distracción, para evadirnos de nuestro malestar emocional… es decir, que preferimos sentir el dolor físico (la autolesión, ya sean golpes, cortes, etc.), antes que seguir sintiendo ese dolor emocional que tanto nos supera. Es como nuestra válvula de escape.

A día de hoy, estoy totalmente recuperada en cuanto al tema de las autolesiones. Me manejo estupendamente con mis sentimientos, sé identificar qué siento y por qué siento lo que siento, y también me enseñaron que negar los sentimientos no es bueno. Si algo no me gusta, lo digo.

“mi propia guerra”.