«Me siento como la cucaracha de Kafka».


Una persona diagnosticada con Trastorno Límite de la Personalidad, que lleva en terapia casi 25 años, que tiene un grado de incapacidad del 68% debido a su enfermedad, que tiene una pensión de 380 euros, que es el mayor de tres hermanos y que es hijo de un tipógrafo del extinto diario Ya (fallecido) y de una madre dedicada al servicio doméstico (con la que vive).

Si se presenta él, va a utilizar una imagen muy gráfica: «Me siento como la cucaracha de Kafka. A veces creo que me ahogo patas arriba… No soy un astronauta, ahora soy un psiconauta. Yo no he viajado, pero lo he aprendido todo quedándome. Quedándome en la mierda. 53 años. Aquí en esta mierda lo he aprendido todo. Todo».

Si quieres leyendo el artículo  Confesiones de un enfermo con TLP.