“Es cierto: robo a los editores para dárselo a los científicos”

Alexandra Elbakyan, de 28 años, es la fundadora de Sci-Hub, que ha puesto en la web 62 millones de artículos gratis a disposición de los investigadores

Como cualquier pirata informático que se respete, no deja huellas y huye de los focos. La Robin Hood de la ciencia internacional tiene 28 años, se llama Alexandra Elbakyan, es de origen kazajo y licenciada en informática. Y, sobre todo, es una pirata informática que lucha por el libre acceso universal a los estudios científicos, y está considerada la heredera de Aaron Swartz, el cofundador de Reddit.

Cinco gigantes editoriales —Reed Elsevier, Spring, Wiley, Blackwell, Sage y Taylor&Francis— publican la mitad de los estudios realizados en todas las universidades del mundo. Y los blindan, como “sheriffs de Nottingham”, dice, tras costosas barreras de pago —hasta 40 dólares por artículo—que impiden la consulta a estudiantes e investigadores sin recursos. La solución que Alexandra lanzó en 2011 es Sci-Hub.cc: un sitio que ofrece gratis todo tipo de estudios. Ahora la revista Nature, a pesar de que en teoría es su enemiga, la ha incluido en la lista de las 10 personas más importantes para la ciencia en 2016.

Pregunta: ¿Cómo nació Sci-Hub?

Respuesta: En 2009, para hacer mi tesis, tenía que consultar una treintena de estudios. Todos eran de pago, con el acostumbrado precio medio de 30 dólares cada uno. Era demasiado para mí, así que me dirigí a la Red: ya había descargado gratis libros técnicos de páginas piratas y pensaba que podría hacer lo mismo con los estudios. En realidad no era tan fácil. Me encontré con una comunidad de piratas, donde me explicaron cómo evitar las barreras de pago. Y en un par de años lancé Sci-Hub.

P: ¿Cómo funciona?

R: Si introduces el código identificativo del estudio que necesitas, Sci-Hub lo busca en la base de datos LibGen, que contiene ya 62 millones de estudios piratas. Si el estudio todavía no está allí, lo recuperamos del sitio al que pertenece utilizando las credenciales de investigadores que las han puesto a nuestra disposición.

P: Hay quien sostiene que está perjudicando a la ciencia: el dinero que recaudan los editores científicos sería vital para el sistema.

R: Es falso. Desde luego, publicar un estudio tiene costes, pero muchos de los autores no ganan nada, se conforman con el prestigio de las revistas. Hay incluso estudios de hace 10 o 20 años que todavía hoy solo se pueden consultar previo pago. ¿Cómo es posible? La verdad es que los beneficios obtenidos mediante el acceso restringido son mucho más elevados de lo que sería necesario para cubrir los costes de publicación: solo Elsevier gana aproximadamente 130 millones al año.

P: ¿Cuál es la reacción de los científicos ante su trabajo?

R: Ninguno se ha quejado de que sus estudios estuvieran disponibles en Sci-Hub. Al contrario, se reconoce lo que hacemos, que beneficia también a la Universidad. Incluso la de Harvard, la más rica del mundo, ha admitido que ya no puede hacer frente a los precios que imponen los editores para que sus investigadores puedan acceder a los artículos.

P: ¿Cuál es su límite?

R: Sobre todo en los meses en que los accesos crecieron más, el sitio se caía por el exceso de tráfico, hasta el punto de que algunos me pidieron que ofreciera un acceso de pago a Sci-Hub para limitar el número de usuarios. Me pareció algo muy irónico.

P: ¿Cómo se defenderá de los pleitos de los editores?

R: Mis servidores están en Rusia. En Estados Unidos no tengo nada, de modo que no hay nada de qué incautarse.

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