Cuando mi hijo me pega.

Un día la pagué con mi madre. Iba muy nervioso y la traté con violencia. No supe controlarme. Aquí en el proyecto he aprendido a controlarme, a tener obligaciones, y a no levantarme tan tarde, por ejemplo. Me han enseñado que con la violencia no se llega a ningún lado y los conflictos los resuelvo ahora hablando». Pablo (nombre ficticio) habla atropelladamente. A sus 19 años está aprendiendo de mano de sus educadores a controlar sus impulsos y a dejar de lado la violencia a la hora de resolver todos los conflictos que se le presentan en el día a día.

 Su caso no es excepcional. En el año 2016, los menores condenados en España por sentencia firme fueron casi 13.000, casi 10.000 de ellos por robos y lesiones, y la mayor parte por actos relacionados con la violencia, buena parte de ella en el seno familiar. Los datos muestran una tendencia a la baja con respecto a otros años, pero este problema sigue siendo fuente de preocupación social y destino de la actividad de muchas personas e instituciones de Iglesia.

 

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Cuando mi hijo me pega