(o cómo aprovechar las ventajas de tener un mal día)

Conoce las razones por las que no deberías negar, tapar o resistirte a las emociones negativas

Hay días en que parece que las estrellas se alinean a nuestro favor. Salimos de casa a tiempo, el sol brilla, el conductor de autobús nos espera en la parada y sonríe cuando entramos, encontramos asiento a la primera y hasta parece que el pelo nos queda especialmente bien. Y luego, hay días en los que la Ley de Murphy se empeña en demostrarnos que existe y todo sale de la peor manera posible: el gato se hace pis en nuestro sillón favorito, se pone a llover justo cuando no llevamos paraguas, perdemos el autobús, llegamos tarde a la reunión del colegio, nos echan la bronca en el trabajo y, por si fuera poco, mientras intentamos conseguir un taxi, el coche que pasa por delante a toda velocidad nos empapa.

Casi todos preferimos el primer escenario, pero es inevitable que haya días en los que todo vaya a contrapié. Aunque, ¿sabían que tener un mal día tiene algunas ventajas? Aunque pueda parecer un contrasentido, así lo explica la psiquiatra Anabel González en su nuevo libro Lo bueno de tener un mal día (Planeta), un manual que busca enseñar a los lectores a regular sus emociones.

“Los malos días están ahí, porque la vida siempre nos va trayendo cosas”, afirma González. “Si ante ellos reaccionamos de la manera más útil para nosotros, en cierto modo es como si estuviéramos haciendo un entrenamiento. Estamos ensayando todos nuestros sistemas de regulación para que cuando venga una situación realmente dura la sepamos llevar. Pero si en los días malos intentamos no sentir, o pasamos por encima de nuestras emociones, cuando venga una gorda nos va a pillar completamente desprevenidos”.

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 Articulo extraído de la pagina web.https://www.lavanguardia.com/vivo/psicologia/20200215/473486602798/ventajas-mal-dia-emociones-negativas.html. Bajo el titulo. A mal tiempo, mala cara. Articulo publicado por.www.lavanguardia.com. con fecha.15-02-2020.

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