Está por todas partes, no tiene nada bueno.

Todos lo hemos hecho. Probablemente tú también. No importa lo que creamos sobre la moral o la política, todos hemos usado el discurso moral para proyectar una imagen engrandecedora y moralmente respetable de nosotros mismos. Supongamos, por ejemplo, que uno de nosotros, en un esfuerzo por impresionar a sus amigos con su excelente carácter, dice: “Hace tiempo que estoy del lado de los desfavorecidos y este caso no es una excepción. No toleraré esta injusticia, ni tampoco debería hacerlo ninguna otra buena persona”. Llamamos a esto postureo moral (moral grandstanding).

El postureo moral es algo peor que una simple molestia. Hay fuertes razones morales para evitar el postureo: lleva a la gente a adoptar afirmaciones extremas e inverosímiles, y devalúa la discusión moral pública. Pero ¿qué es y qué intentan hacer los posturetas morales?

Los posturetas quieren que los demás los consideren moralmente respetables, o incluso moralmente notables, y las contribuciones que hacen al discurso moral público tienen por objeto satisfacer ese deseo. Los posturetas, entonces, usan el discurso moral para su autopromoción. Por supuesto, cuando los posturetas hacen sus ostentosas afirmaciones sobre la justicia o los derechos humanos, pueden ser sinceros. (De hecho, sospechamos que normalmente lo son).

A los posturetas menos sinceros puede que no les importe de una forma u otra su causa declarada, pero aún así quieren que los demás crean que les importa. La afirmación de un postureta podría ser cierta, o estar apoyada por razones o pruebas. Pero cualesquiera que sean las características incidentales del postureta, su principal preocupación es proyectar una imagen como la de alguien que está del lado de los ángeles.

(Algunos lectores podrían recordar el recientemente acuñado y políticamente cargado término “señalización de la virtud”, pero creemos que esta expresión acarrea problemas).

¿Hasta qué punto es frecuente el postureo moral? Hay muchas pruebas empíricas que demuestran que la gente suele estar motivada para usar la charla moral para impresionar a los demás. Los científicos sociales han descubierto que tendemos a juzgarnos superiores a los demás en muchas áreas: inteligencia, amabilidad y ambición, por ejemplo.

Pero cuando se trata de moralidad, nuestra voluntad de calificarnos como superiores es aún más pronunciada. Recientes investigaciones muestran que muchos de nosotros nos consideramos moralmente superiores: pensamos que nos importa más la justicia, o nos identificamos más profundamente con las víctimas de las malas acciones, o tenemos mayor perspicacia moral que la persona promedio. En términos de moralidad, tendemos a darnos muy buenas críticas.

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Justin Tosi Brandon Warmke.


Articulo publicado por.  https://medium.com/@Carnaina/postureo-moral-hay-mucho-de-eso-todo-lo-malo-56b7c851a3ed.Justin Tosi Brandon Warmke. Bajo el titulo. Postureo moral: está por todas partes, no tiene nada bueno. Articulo piblicado por .www.medium.com. con fecha. 07-07-2020.

postureo moral por todas partes