Las redes sociales han llegado para quedarse y el sector sanitario debe sumarse a la transformación digital.

Los pacientes demandan contenidos de salud y requieren la presencia de los profesionales en las redes sociales, pero la resistencia de los sanitarios en general a lanzarse a estos canales marca la realidad actual del uso de estas formas de comunicación. Los participantes en el debate organizado por Sanitaria 2000 bajo el título «¿Reflejan los medios sociales la realidad del sector sanitario?» describen y analizan algunas de las causas de esta situación: falta de regulación específica, desconfianza de las administraciones, invasión masiva de contenidos de salud intrascendentes -o directamente nocivos- en la red, etc.

Los avances en este campo, señalan los expertos, se ha producido básicamente a partir de iniciativas voluntariosas de profesionales que sí creen en estos medios como canales de comunicación y formación. Pero son ejemplos más o menos aislados que no terminan de romper la tónica general de reticencia hacia ello.

Sin embargo, el día a día no deja de plantear situaciones en las que el sanitario tiene que empezar a dotarse de recursos para afrontar, como afirma Patricia Alonso-Fernández, que «lo que no se comparte se pierde», ya sea en su relación con sus compañeros, con la institución para la que trabaja o con los pacientes.

Por otra parte, como señala Jaime del Barrio, los jóvenes sanitarios «están siendo formados como me enseñaron a mí hace 40 años». Incluir el manejo de redes en la formación reglada del sanitario se presenta como una necesidad imperiosa para vencer lo que Raúl Ferrer denomina «sensación de vértigo digital, de este miedo a la exposición».

El reto, en palabras de Jaime Acosta, es saber explicar la utilidad que tienen las redes sociales para dar contenidos de calidad y ayudar a los pacientes, sin olvidar que son «una herramienta de marca personal potentísima que a mí me ha ofrecido una cantidad de oportunidades inimaginable».

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