«Suicidio entre profesionales de la salud, es tiempo de actuar».

 

En el Reino Unido, el agotamiento médico -tipificado como extenuación emocional, despersonalización y un sentimiento de falta en el cumplimiento de los resultados y del logro personal – ha alcanzado dimensiones de epidemia desproporcionadas, según un artículo publicado en The Lancet.

En septiembre de 2016, las consecuencias del agotamiento han sido graves y no solo para los pacientes. Los errores médicos que pueden evitarse han crecido inevitablemente, también ha aumentado la idea de suicidio entre los individuos que prestan atención al bienestar de la salud mental y a los que se asocia este tipo de agotamiento.

La tasa de trastornos depresivos entre los profesionales de la salud en comparación con la población general es alarmante y un tema de discusión que afecta a la profesión. Esta crisis no se limita al Reino Unido.

Mientras, en respuesta a la tasa de suicidio que registra 400 médicos al año en los Estados Unidos – más del doble que la población en general – la Academia Nacional de Medicina de los Estados Unidos está colaborando con más de 20 profesionales y organizaciones educativas, incluidas clínicas, grupos de consumo, organizaciones de atención a la salud y órganos normativos para promocionar el bienestar clínico y la resiliencia.  Las plataformas colaborativas, que comenzarán a funcionar este mes – enero- tienen como objetivo evaluar y comprender las causas subyacentes a ese agotamiento y al suicidio para avanzar en la búsqueda de soluciones que pueden revertir las tendencias actuales.

Este artículo identifica algunas estrategias actuales de intervención individual y focalizada, así como organizativa que se han mostrado para reducir de forma significativa el agotamiento entre los profesionales.  En cualquier caso es necesario investigar más al respecto del origen de estas evidencias para poder aclarar los enfoques óptimos a través de distintas herramientas y evaluar los resultados a largo plazo.

La colaboración será esencial para comprender mejor y abordar los problemas subyacentes profundamente arraigados y asociados a la salud mental entre los profesionales, no sólo en los EE.UU. sino a nivel mundial.

«No es momento para ser complacientes y poner la salud de los trabajadores en la zona olvidada de la agenda, al contrario, hay que tomar como ejemplo a la Academia Nacional de Medicina y asegurar que la salud y la resiliencia de los profesionales médicos sea una prioridad en la agenda política en todo el país».

Artículo traducido de The Lancet, publicado el 7 de enero de 2017.

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