En su libro «El hombre que confundió a su mujer con un sombrero», el neurólogo Oliver Sacks @OliverSacks relata la historia de una paciente que describía su cuerpo como «ciego y sordo a sí mismo».

Esta metáfora nos introduce al concepto de interocepción, un «sexto sentido» que permite la percepción y interpretación de las señales internas de nuestro organismo, como la temperatura, el ritmo cardíaco o el dolor.

La interocepción no solo se refiere a la capacidad de detectar estas señales, sino también a la sensibilidad subjetiva hacia ellas y a la conciencia que se forma al integrarlas correctamente. Este sentido es esencial para la autopercepción emocional y la adaptación conductual en respuesta al entorno.

La interocepción está compuesta por tres dimensiones: la precisión interoceptiva, que es la habilidad de detectar objetivamente las sensaciones corporales; la sensibilidad interoceptiva, o la percepción subjetiva de estas señales internas; y la conciencia interoceptiva, que es la congruencia entre ambas.

La capacidad de sentir y comprender estas señales internas está profundamente conectada con nuestra salud mental. Alteraciones en la interocepción pueden estar asociadas con una variedad de trastornos psicológicos, como la ansiedad o la depresión, ya que este sentido nos ayuda a reconocer y gestionar nuestras emociones. En un mundo donde la conexión mente-cuerpo es cada vez más reconocida, entender y mejorar nuestra interocepción podría ser clave para mantener y mejorar nuestra salud mental.

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Articulo extraido de la pagina web https://theconversation.com/interocepcion-el-papel-de-nuestro-sexto-sentido-en-la-salud-mental-235285  Bajo el titulo. Interocepción: el papel de nuestro ‘sexto sentido’ en la salud mental. Articulo publicado por www.theconversation.com  con fecha 7-8-2024.

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