Gilbert Ryle (1900-76) fue un filósofo británico, principal representante de la filosofía del lenguaje ordinario. Según esta concepción,  compartida en parte por Wittgenstein, la filosofía debe eliminar las confusiones conceptuales que surgen de una comprensión errónea de la estructura de nuestro lenguaje natural u ordinario.
Miembro de la escuela analítica, este estilo de filosofía se impuso en los países anglosajones en el siglo XX (Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Escandinavia, Australia). El término «filosofía analítica» se caracteriza por un énfasis en la claridad y la argumentación a través de la lógica formal y el análisis del lenguaje, y por un gran respeto por las ciencias naturales.
En su obra principal, «El concepto de lo Mental» (The Concept of Mind, 1949), critica el dualismo mente-cuerpo que impregna la filosofía occidental. Niega la idea de pensadores como Descartes de que la naturaleza es una máquina compleja, y que el ser humano es una máquina más pequeña con un «fantasma» (i.e. espíritu, alma, mente) en su interior que produce la inteligencia, la voluntad, los sentimientos, y otras cualidades humanas. Para referirse a esta idea de mente y materia como dos entidades independientes acuñará el término del «dogma del Fantasma en la Máquina» («ghost in the machine»).

Ryle niega la idea de que la mente sea algo distinto del cuerpo, y que los estados mentales puedan separarse de los estados físicos. Afirma que no es necesario recurrir a principios «ocultos» para explicar las capacidades supra-mecánicas del ser humano.

Según Ryle, la teoría de la mente clásica, o «racionalismo cartesiano», comete unerror categorial, porque intenta analizar las relaciones entre «mente» y «cuerpo» como si fueran términos de una misma categoría lógica. Otras teorías de la mente cometen el mismo tipo de error. E.g. la teoría idealista de la mente comete un error categorial al intentar reducir la realidad física al mismo estatus que la realidad mental, mientras que la teoría materialista de la mente comete un error categorial al intentar reducir la realidad mental a una realidad física o cerebral («los pensamientos son al cerebro lo que la orina al riñón»).

Afirmó que el pensamiento y otras atribuciones de estados mentales son un tipo especial de acción y que podían ser descritos igual que el comportamiento de otros aspectos del cuerpo, sin la necesidad de una entidad misteriosa oculta dentro de él, el «fantasma dentro de la máquina».
De esta manera algunos autores se han referido a sus ideas sobre la filosofía de la mente como «conductistas» (un «conductismo lógico»), pues si bien no deben confundirse con la Psicología Conductista de BF Skinner y JB Watson, sí sostienen su postulado de la caja negra, según el cual sólo podemos referirnos a conductas observables y no podemos inferir con certeza procesos mentales.

Sin embargo, Ryle que enseñaba la filosofía de Bolzano, Brentano, Husserl, Heidegger, Meinong en Oxford,  sugería que su libro «puede ser descrito como unensayo en fenomenología, si usted se encuentra cómodo con esa etiqueta».

Ryle afirma que los procesos mentales no son distintos de las acciones del cuerpo. El vocabulario mental, simplemente es una forma distinta de describir una acción. Señala que los novelistas, los historiadores y los periodistas, no tienen ningún problema en atribuir motivos, valores morales e individualidad a las acciones de la gente (lenguaje natural u ordinario). Es solo cuando los filósofos tratan de atribuir estas cualidades a un «mundo» distinto, el de la mente o el alma, que aparecen los problemas (metafísica).

«El concepto de lo mental» se consideró como una importante contribución de lafilosofía del lenguaje ordinario a la psicología filosófica. Sin embargo, en 1960s y 1970s apareció un neo cartesianismo en la forma de las teorías cognitivistas de Noam Chomsky, Herbert Simon, Jerry Fodor, entre otros, que recuperan los estados cognitivos «internos» cuya existencia había negado Ryle.  Sin embargo, Daniel Dennet, uno de los filósofos de la ciencia más influyentes en la actualidad y antiguo alumno de Ryle, ha destacado que diversas tendencias postcognitivistas (embodied cognition, discursive psychology, situated cognition) recuperan enunciados de la obra de Ryle. De hecho, realizó el prefacio a la edición del año 2000 de «El concepto de lo mental» convencido de que se trata de una obra a recontextualizar en base a los avances en neurociencias.
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