Las autolesiones en adolescentes son un fenómeno que cada vez preocupa más a los servicios de salud y a las familias, además en los últimos años ha ido en aumento y esto está generando numerosas consecuencias negativas en los adolescentes que se autolesionan y las personas que les rodean.
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Las conductas autolesivas pueden tratar de lidiar con los sentimientos negativos que los adolescentes están experimentando en ese momento, de modo que haciéndose estas heridas se sienten liberados o se auto castigan por algo que creen haber hecho mal o no les gusta, pero también es un signo de angustia grave, puede indicar otros problemas de salud mental y podría tener impactos duraderos.
Es importante destacar que se suele decir que las autolesiones se realizan para llamar la atención de las personas del entorno cercano, cuando la realidad es que esto lo realiza un número muy pequeño de personas.
Las cifras de incidencia de adolescentes que se autolesionan son preocupantes, ya que un 27% de los jóvenes realiza estas conductas al menos una vez en la vida, cifra que aumentó debido a la pandemia.
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Es importante no confundir las conductas autolesivas con la ideación suicida o un intento del mismo, ya que son cosas bastantes diferentes. Esta diferencia se basa en la intención, siendo las autolesiones una forma de regular las emociones negativas o castigarse y la ideación suicida tiene como objetivo quitarse la vida.
No por ello hay que quitar importancia a las personas que se autolesionan, ya que un 70% de dichas personas tratarán de quitarse la vida en una ocasión a lo largo de su vida y un 55% lo intentará varias veces.
Actualmente el suicidio es la segunda causa de muerte en adolescentes en el mundo.
Por tanto, es de vital importancia detectar cuanto antes los signos de las autolesiones y pedir ayuda. Generalmente son los padres o los profesores los que ven los primeros signos de que un adolescente realiza autolesiones, pudiendo encontrar restos de sangre, cuchillas escondidas o que los jóvenes traten de cubrir sus cuerpos de formas descaradas, como llevando mangas largas en días calurosos.
Una vez se ha descubierto esta conducta, hay que evitar estigmatizar al joven, criminalizar las autolesiones es un error que afectará a la autoestima del joven y hará más complicada su recuperación y abandono de estas conductas. Es importante por ello validar las emociones de estas personas, tratando de entender porqué lo hacen y que se sientan apoyados y escuchados.
Tampoco se debe tener un control excesivo en los jóvenes, ya que estar pendientes de ellos constantemente o comprobar que no tengan marcas recientes en el cuerpo solo conseguirá que pierdan la confianza, además de suponer para ellos una humillación y que se avergüencen.
Por otra parte, es siempre de gran ayuda evitar que haya por casa objetos afilados o que se puedan utilizar para autolesionarse como navajas o cuchillas de afeitar, ya que esto evidentemente supondrá una dificultad para los jóvenes cuando quieran realizar este acto y en caso de que sea imposible retirarlos completamente, como pudieran ser cuchillos de cocina, asegurarse de que estén desinfectados y limpios por si el adolescente los usa, ya que esconderlos por completo sería también otro factor que aumentaría la desconfianza del joven y terminaría utilizando otros objetos que pudieran provocar heridas más severas o infecciones.
Hay que tener en cuenta también que las autolesiones no son solo cortes, golpes o mutilaciones del cuerpo, también pueden darse en forma de consumo excesivo de drogas, tabaco, alcohol y otras sustancias que al fin de al cabo solo dañan el cuerpo.
No hay que olvidarse tampoco de la salud mental de los padres o familiares que convivan con los adolescentes, es importante que estos se cuiden y traten de tener unas vidas con normalidad, ya que muchas veces los padres tienden a cancelar planes para no dejar a sus hijos solos pensando que pueden autolesionarse, lo cual conlleva que los padres también puedan padecer patologías como estrés o ansiedad.
Finalmente, es evidente que lo mejor para abordar estas situaciones se consulte a los profesionales de la salud mental, que asesorarán a los padres y trabajarán con los adolescentes para que progresivamente abandonen las conductas autolesivas.
Resumen realizado por:
Diego Garcia Guerra.
Cursando el Máster de Psicologia General Sanitaria
Voluntario en FUNDIPP