y se volvió loco

Tras la victoria de Estados Unidos contra Japón en 1.945, no todos los militares celebraron el fin de la guerra. Este es el caso del oficial Claude Robert Eatherly, ex piloto de combate que fue abandonado y rechazado por las personas de su alrededor e incluso por sí mismo y todo ello por ser la persona que confirmase el lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima.


Eatherly se pasó el resto de su vida en un manicomio, sumido por la culpa de lo que había hecho.

Sin saber lo que iba a ocurrir ese día, los bombarderos despegaron de la base de Eatherly como cualquier otra misión y una vez llegaron al objetivo, lanzaron la bomba atómica. Tal fue la magnitud de la explosión que ninguno de los miembros de aquella misión era capaz de asimilar lo que acababan de hacer. Unos 200.000 muertos e incontables heridos cargaban en la espalda de Eatherly y aunque es considerado un héroe, él sentía todo lo contrario.

Tras terminar la guerra el comandante trató de seguir su vida, formando una familia y con un buen trabajo; pero nunca pudo alejarse de la culpa que sentía y los horrores de la guerra le atormentaban día y noche. Es en 1.950 cuando trata de quitarse la.vida y tras sobrevivir a ello comienza a realizar pequeños delitos con la esperanza de que le pillen y de algún modo, recibir un castigo, siendo finalmente diagnosticado con problemas psicológicos.

Finalmente Eatherly muere en el manicomio en 1.978 a los 70 años. Durante su estancia en el hospital, tuvo conversaciones con un filósofo que había estudiado el caso y que comprendía su situación, siendo de las pocas personas que pudieron ver lo que había más allá de un simple veterano de guerra trastornado. Pero sin duda lo que ayudó al comandante, fue recibir una carta por parte de un grupo de mujeres supervivientes de la bomba.

La carta firmada por el grupo de mujeres japonesas tiene un tono compasivo y reconciliador, ya que no expresan odio ni rencor hacia Eatherly, sino que lo consideran una víctima más de la guerra. La carta también muestra un deseo de paz y de que no se repita nunca más una acción tan horrible como la que vivieron. Es un ejemplo de la capacidad humana de perdonar y de empatizar con el sufrimiento ajeno, incluso con el de quien fue responsable directo o indirecto del mismo. La carta también refleja la situación psicológica de Eatherly, que se sintió culpable y atormentado por su papel en el bombardeo y que acabó ingresado en un hospital psiquiátrico, donde murió en 1978.

 La carta forma parte de una correspondencia que Eatherly mantuvo con un grupo pacifista japonés llamado Gensuikyo, que le envió cartas y regalos para consolarlo y apoyarlo.

Eatherly también recibió cartas de otros intelectuales y activistas antinucleares, como Albert Camus, Bertrand Russell o Günther Anders, que lo convirtieron en un símbolo del movimiento contra las armas atómicas

Es una carta muy conmovedora y significativa y que nos invita a reflexionar sobre muchos temas: el horror de la guerra, la culpa, el perdón y la espiritualidad japonesa.

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Articulo extraído de la pagina web.https://www.elcorreo.com/xlsemanal/historia/hiroshima-bomba-atomica-segunda-guerra-mundial-hombre-dio-la-orden-2.html. Bajo el titulo. El oficial que dijo «adelante» a lanzar la bomba atómica… y se volvió loco. Articulo publicado por. Por Carlos Manuel Sánchez  Para www.elcorreo.com. Con fecha 7-8-2022.

el oficial que dijo adelante