Creemos que la salud mental solo está orientada a personas que no tienen relación con el mundo de la psiquiatría o psicología.
Vemos a este tipo de población libre de trastornos del estado de ánimo, ansiedad, fobias… etc.
Nada más lejos de la realidad, según el informe elaborado en la Cumbre Mundial de Innovación para la Salud, en concreto entre el 23 y el 46% de los trabajadores sanitarios y del sector del cuidado formal e informal presentan síntomas de ansiedad derivados de la situación de pandemia y entre el 20 y el 37% síntomas depresivos.
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Cuando un profesional, en este caso de la psiquiatría, desvela cómo ha sufrido una severa recaída de depresión y nos relata a través de su experiencia, las herramientas que más le han servido y los indicadores, por si existe una futura recaída, no podemos hacer otra cosa que registrarlas en nuestro blog por si a alguna persona le inspira, le resuena o le hace falta escuchar.
El Doctor en psiquiatría Benjanmin Janaway @drjanaway, después de la recaída depresiva más severa y casi un año de empeoramiento de sus síntomas aprendió las siguientes lecciones:
- Asegúrate de satisfacer tus necesidades básicas ya que es esencial para desarrollar tanto la resiliencia ante los desafíos, como una red de apoyo para cuando las cosas se pongan difíciles. Esto significa: comer, dormir, apoyo social, higiene y vivienda.
- Es importante reconocer los primeros signos de recaída, por ejemplo, mantener una lista de tus síntomas y considerarlos como indicadores tempranos de algo que debe cambiar para prevenir una recaída total o retrasarla lo suficiente como para encontrar ayuda antes.
- Es esencial tomarse un tiempo libre y simplificar tu vida hacia la recuperación. No hay vergüenza en eso.
- Usar medicación. El profesional oportuno encontrará algo que te funcione. Ningún medicamento es perfecto, pero funcionan en conjunto con otras intervenciones.
- No veas la recuperación como una presión adicional. La mayor parte de la recuperación ocurre lentamente y cuando se le da espacio y tiempo. Las pequeñas metas son útiles, pero este es un momento para reducir la velocidad y recuperarse.
- El uso de terapias de conversación puede ser útil, pero algunas pueden ser demasiado exigentes en las recaídas graves. Asegúrese de que tu terapeuta y tu médico se comuniquen sobre lo que puede ser útil o no.
- Confía en otros, como familiares, amigos o pareja, para que te señalen cosas. Pueden pensar diferente o extrañar cosas cuando no te encuentras bien. También serán capaces de detectar tus primeros indicadores de recaída.
- No se debe jugar con los pensamientos suicidas. Si los tienes, busca ayuda. Si piensas en suicidarte, busca ayuda urgentemente. Si te sientes inseguro, ponte a salvo. La ideación suicida aleja a las personas, así que defiéndete.
- Siéntete bien con no cumplir con las expectativas de otras personas sobre tu recuperación o comportamiento. Es posible que la gente quiera que regreses a estar bien antes de tiempo o que se frustre. Ese no es tu problema, ni te convierte en mala persona.
- Darte cuenta de que, en las profundidades de la enfermedad, el futuro puede parecer sombrío, o que la recuperación es imposible, pero cuando ocurre la recuperación, las profundidades de la enfermedad parecen irreales. Confía en la recuperación, confía en el potencial.