Entender mejor la ansiedad puede aliviar el malestar. Un buen comienzo para mejorar es aprender a gestionar de otro modo los pensamientos perturbadores. Para cambiar los patrones de pensamiento, lo primero es comenzar a entenderlos e interactuar con ellos de forma diferente. Naturalizar la ansiedad sienta las bases de una mejor gestión de los síntomas. La aceptación, que no la resignación, favorece el cambio.

            A continuación, enumeramos algunas pautas para repensar y relacionarnos de otro modo con las preocupaciones:

  • Comienza a tratar con indiferencia tus pensamientos perturbadores. Intenta no prestarles atención y enfoca tus esfuerzos en reducir el malestar con actividades que atrapen tu atención. El mejor recurso de gestión de la ansiedad tiene que ver con la acción, con no dejarse atrapar. Intentar frenar el pensamiento o dejarse atrapar por las preocupaciones agravará el malestar.
  • Por el momento, las preocupaciones que tienes son algo inevitable. Entender los pensamientos como estaciones del año o fenómenos meteorológicos, es decir, como algo autorregulado que no depende de nosotros, que no podemos controlar, te ayudará a dejar de intentar detenerlos y reducirá la ansiedad que te generan.
  • La temporalidad y veracidad de las cosas es importante. Los pensamientos vienen y van y, como mencionamos, no siempre son representaciones fidedignas ni coherentes de la realidad, especialmente en el caso de la ansiedad. Entenderlos como algo pasajero, con lo que uno decide o no interactuar, es beneficioso. Son trenes que pasan y a los que no tienes por qué que subirte. No escoges que estén, pero sí cómo responder ante ellos.

Articulo escrito por: Diego de la Guerra
Psicólogo General Sanitario
Terapeuta en la Unidad de Psicoterapia y Personalidad FUNDIPP

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