Durante el pasado mes de junio y principios de julio, los profesionales de Fundipp realizaron un curso interno sobre la evaluación y manejo de las autolesiones en población adolescente y jóvenes, basándose en el libro de Dennis Ougrin, “Self-Harm in Young People: A Therapeutic Assessment manual”.

Mediante el libro de Dennis Ougrin, estudiamos la Psicoterapia Cognitivo Analítica, un modelo de psicoterapia desarrollada en la década de los 80 en Inglaterra por Anthony Ryle e introducida en España a principio de la década de los 90 por Carlos Mirapeix, director de FUNDIPP.

Actualmente, estamos diseñando un protocolo de evaluación e intervención  desde un marco Cognitivo Analítico orientado a adolescentes y jóvenes y centrado en su problemática actual: dificultades en las relaciones interpersonales, desregulación emocional, impulsividad, autolesiones… etc.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) entre un 10 y un 20 por ciento de los adolescentes europeos sufren algún problema de salud mental o de comportamiento. Alrededor de dos millones de jóvenes sufren en Europa trastornos mentales, en distinto grado de severidad. Estas cifras nos sirven para recordar que el cuidado de la salud mental de las personas jóvenes es en cualquier sociedad un imperativo para la construcción del futuro. La protección de la autoestima y el desarrollo del potencial intelectual y emocional de los y las jóvenes son una responsabilidad que afecta a todos los actores sociales.

Además, las conductas suicidas en adolescentes se han disparado. Desde el peor de los escenarios —los suicidios consumados en menores de 15 años han pasado de siete en 2019, a 14 en 2020 y a 22 en 2021— hasta las ideaciones de muerte, se conoce clínicamente como autolesiones no suicidas: actos deliberados para lesionar el cuerpo, pero que, a priori, no son un intento autolítico, sino una forma dañina y errónea de afrontar una situación emocional.

Podemos decir, pues, que la autolesión en adolescentes es un problema creciente que ha sido clínicamente descuidado e insuficientemente investigado. El libro sintetiza la investigación disponible sobre las autolesiones en adolescentes y presenta la evidencia disponible sobre la evaluación e intervención en autolesiones desde el modelo Ougrin.

La evaluación terapéutica se plantea desde un primer momento como una intervención terapéutica breve tras un acto de autolesión. Se pretende desde un primer momento ayudar al joven a comprender sus dificultades, infundir esperanza, establecer objetivos, explorar su motivación y explorar posibles alternativas a la autolesión. En la toma de la historia clínica en el contexto de una autolesión es sumamente importante para el joven ser comprendido, respetado y obtener algo útil de su evaluación. En la elaboración de la historia es muy útil encontrar un equilibrio entre las necesidades del joven y la información relevante para el profesional.

Durante la evaluación desarrollar la motivación, infundir esperanza y una aproximación reflexiva orientada al futuro serán puntos sumamente sustanciales para la mejora del paciente. Además, las intervenciones técnicas utilizadas en el modelo, resultan de interés para reforzar la evaluación. Señalamos las que utiliza el modelo:

  • Utilización de una aproximación reflexiva orientada al futuro.
  • Técnicas dirigidas a la resolución de problemas.
  • Aproximaciones narrativas y sistémicas para construir salidas.
  • Técnicas cognitivo conductuales.
  • Utilización de técnicas de psicoterapia interpersonal.
  • Intervenciones basadas en la mentalización.
  • Técnicas de regulación emocional y de tolerancia al malestar.

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