UN LLAMADO A LA ACCIÓN
El último Informe mundial sobre la salud mental de la Organización Mundial de la Salud (OMS) https://www.who.int/es @WHO revela la asombrosa cifra de mil millones de personas (más de uno de cada ocho adultos y adolescentes) en todo el mundo padece un trastorno mental. La depresión (280 millones de personas) y la ansiedad (301 millones) son los grupos más numerosos, pero también los trastornos del desarrollo, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, la esquizofrenia, los trastornos bipolares y de conducta afectan a millones de personas en todo el mundo.
La carga de enfermedad de estos trastornos es enorme. Los trastornos mentales son la principal causa de “años vividos con discapacidad’.
Los trastornos mentales también son financieramente extremadamente costosos. Debido a que muchos trastornos mentales afectan a las personas en edad laboral. Los costos en términos de pérdidas de producción son enormes. Se ha estimado que cada año se pierden 12.000 millones de días laborales productivos solo por la depresión y la ansiedad.
Los problemas básicos que necesitan ser resueltos, no es solo la falta de recursos lo que limita el acceso a los tratamientos basados en la evidencia. El estigma es otro problema importante que limita el progreso. A menudo se supone que las personas con trastornos mentales son perezosas, débiles, poco inteligentes, difíciles y, a veces, violentas y peligrosas. En muchas comunidades, los trastornos mentales no se consideran problemas de salud, sino una debilidad de carácter, un castigo por un comportamiento inmoral o el resultado del consumo de drogas ilícitas o fuerzas sobrenaturales. La reducción del estigma y las campañas para aumentar la alfabetización en salud mental son requisitos previos e importantes para mejorar aún más la atención de la salud mental en todo el mundo.
Desafortunadamente, los tratamientos actuales solo reducen la carga de enfermedad de los trastornos mentales hasta cierto punto. Debemos desarrollar intervenciones terapéuticas y de atención más eficaces, pero también es importante centrarse más en la promoción de la salud mental y la prevención de enfermedades.
Con 700.000 personas muriendo a causa del suicidio, la prevención es sin duda uno de los objetivos más importantes.
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Sin embargo, muchos problemas de salud mental comienzan en la niñez y la adolescencia. La inversión también debe centrarse en los programas escolares y de crianza de los hijos, que han demostrado ser rentables.
El Informe Mundial sobre la Salud Mental 2022 es un llamado a la acción, que nos recuerda los increíbles costos y el sufrimiento de la mala salud mental en todo el mundo. No solo brinda una descripción general completa de la epidemiología, la carga de la enfermedad y la demanda de atención, sino que también presenta una infinidad de proyectos de todo el mundo, mostrando modelos exitosos de intervención para mejorar la salud mental en las comunidades.
Como médicos e investigadores, deberíamos invertir más en el desarrollo de métodos y herramientas para ayudar con la desinstitucionalización y construir servicios comunitarios.
¡Todos debemos actuar para asegurar el progreso en los próximos 5, 10 y 20 años!.
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