Muchas veces los problemas que sufren los niños vienen de sus relaciones y desarrollo en el contexto familiar.
Esto fue respaldado por un grupo de investigadores de la Universidad de Manchester que quisieron estudiar el efecto de intervenir sobre los padres cuando un niño presenta ansiedad. El objetivo de la revisión sistemática fue investigar la eficacia y el impacto de las intervenciones solo para los padres para reducir los síntomas de ansiedad en niños en edad escolar. Y la conclusión a la que llegaron fue que en los casos de ansiedad infantil y juvenil las intervenciones en los padres pueden ser efectivas para reducir los síntomas de los trastornos de ansiedad, y son una alternativa importante a la terapia cognitivo conductual, por lo tanto, no solo es que es efectiva sino que los efectos son más inmediatos que una terapia sólo con el menor. Los hallazgos en los 29 estudios incluidos en la revisión demostraron que las intervenciones mejoraron ciertos síntomas que generalmente se mantienen durante el seguimiento.
En conclusión, los hallazgos de esta investigación pueden suponer una mejora del acceso y de los tiempos de espera para el apoyo psicológico en los servicios de salud mental para niños y jóvenes. Ya que las intervenciones dirigidas a los padres suelen requerir menos tiempo y recursos que la alternativa de terapia individual a niños.
Por todo esto podemos decir que existe una eficacia potencial de las intervenciones de los padres para reducir la ansiedad, demostrando ser intervenciones eficientes que pueden conducir a resultados clínicos positivos, sin embargo, queda mucho por investigar sobre este tema, ya que una de las limitaciones es que los estudios revisados habían sido hechos de manera poco rigurosa. Pese a eso parece que estas intervenciones pueden tener resultados prometedores.