Sobre el Proyecto de Relaciones
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David Robinson es un trabajador comunitario que vive al este de Londres interesado y muy involucrado en innovaciones sociales. Su proyecto Relationships Project se enfoca en las relaciones, en las buenas relaciones donde cada parte tiene en mente los intereses de la otra persona, donde hay beneficio mutuo, confianza y calidez. Reconocemos que, en ocasiones, las relaciones pueden dañar a una o ambas partes y, por supuesto, no son el tipo de relaciones que se defienden en este proyecto.
No creemos que pueda haber una definición única de una buena relación, pero sí creemos que las buenas relaciones comparten algunas características que las diferencian de las relaciones transaccionales o las malas relaciones.
¿De qué tipo de relaciones estamos hablando?
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Estamos interesados en una amplia gama de relaciones, desde la relación entre un médico de cabecera y sus pacientes; la relación entre un maestro y sus alumnos, la relación entre los padres e hijos; la relación entre vecinos hasta la relación entre comunidades que se ven diferentes entre sí. Comprender las relaciones como un agente movilizador de cambio es fundamental para el concepto de práctica centrada en las relaciones. Creemos que no solo es posible que un ser humano marque una diferencia real y duradera para otro, a menudo, en ocasiones, en las circunstancias más difíciles, un ser humano puede ser la fuente de inspiración para otro.
Entonces, ¿Qué entendemos por la práctica centrada en las relaciones?
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La práctica centrada en las relaciones pone las relaciones en primer lugar. Satisface las necesidades al posicionar las relaciones significativas y efectivas como el objetivo de primer orden, tanto un fin en sí mismo como el medio por el cual se lograrán otros objetivos (mejorar la salud, comunidades más fuertes, mayor satisfacción laboral). Las relaciones son el principio sobre los cuales construimos servicios exitosos, una economía favorable y equitativa, un gobierno justo y eficaz, negocios florecientes, comunidades seguras, felices y saludables.
Las relaciones están en todas partes en nuestras organizaciones, en nuestras casas, y en nuestro día a día. Todos tenemos historias que contar sobre el médico en el que confiamos, el maestro que nos escuchó, las relaciones que nos nutren y fortalecen y las que no. Sabemos que todo funciona mejor cuando las relaciones funcionan bien porque es nuestra experiencia universal y porque existe una amplia evidencia. La práctica centrada en las relaciones se desarrolla a partir de este sentido común de cómo las personas prosperan, enfrentan la adversidad, desarrollan capacidades y desarrollan su potencial.
¿Cómo funciona un enfoque centrado en las relaciones?
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Se caracteriza por comportamientos empáticos como la escucha positiva, la colaboración activa, el compromiso con la continuidad, la amabilidad y la confianza mutua en la comunidad. Hay un sentido compartido de propósito que puede reflejarse con este lema: “entre todos podemos hacer esto juntos” desarrollando la capacidad para nuevos desafíos, contener las tensiones practicando la compasión y el perdón, un enfoque en los activos en lugar de los déficits y suficiente versatilidad para adaptar la práctica al individuo. La práctica relacional más eficaz no se impone desde fuera, sino desde dentro, con disposición y dinamismo.
¿Cuándo es relevante y útil la práctica centrada en las relaciones?
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La actividad que se centra en construir y mantener relaciones sólidas es útil en múltiples contextos:
- Como un fin en sí mismo: para el cuidador o el mentor escolar, establecer y mantener una relación efectiva es fundamental para el propósito del rol. La relación es un resultado valioso e importante en sí mismo.
- Como un medio para un fin: para el docente, el comportamiento, la asistencia o el rendimiento académico serán el fin último. Las relaciones efectivas son fundamentales para la consecución de estos objetivos. Las buenas relaciones son el medio por el cual se logran estos objetivos.
- Como habilitador universal: para el administrador de vivienda del vecindario, el planificadoro la policía local, las relaciones individuales sólidas crean comunidades seguras, fuertes y resilientes. La naturaleza de su enfoque moldeará el entorno para que las relaciones florezcan o fracasen.
Las personas que están más conectadas socialmente con la familia, los amigos, la comunidad, son más felices, son físicamente más saludables y viven más que las personas que están menos conectadas.
¿Qué supone el entorno en la práctica centrada en las relaciones?
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Hablamos de que la práctica centrada en la relación es sentido común pero no práctica común. Hay muchas razones para esto, algunas a nivel sistémico, otras a nivel personal y muchas más en algún punto intermedio. Algunas pueden ayudar y otras dificultar la práctica. Por ejemplo, el entorno puede crear condiciones en las que las relaciones pueden florecer. Algunos entornos son mejores para generar y mantener relaciones que otros. Una comunidad que confía los unos en los otros reuniéndose para compartir una comida es más relacional en bondad, emociones y relaciones humanas. Por otro lado, Julia Unwin describe cómo la tecnología digital y la capacidad del rápido crecimiento para procesar datos complejos han eliminado la interacción personal y han permitido cambios en los modelos y protocolos de gestión hacia lo que ella llama el » racional léxico” – ‘ el lenguaje de las métricas y el valor agregado, del crecimiento y la asignación de recursos, de la regulación y el impacto”. El predominio del léxico racional en tantos de nuestros servicios y organizaciones hace que sea muy difícil para los profesionales centrar las relaciones en su trabajo. La relación calidad-precio, los objetivos, los datos y el énfasis en los procesos desplazan la discreción, la intuición, la calidez, la confianza y las relaciones.
¿Por qué la práctica centrada en las relaciones es especialmente importante ahora?
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A través del Observatorio de Relaciones, se ha notado una evidencia de cambio durante la pandemia con sistemas y estructuras “más horizontales, menos jerárquicas, más capaces, menos defensivas, más amables y más receptivas emocionalmente”. Existe una sensación colectiva donde la mayoría ha comenzado a cambiar, no necesariamente en la misma medida o en todas partes, pero sí en gran medida y en la mayoría de los lugares. Un impulso renovado para enfoques más relacionales es particularmente importante ahora, después del Covid, en un estado de bienestar con escasez de efectivo y un servicio de salud deficitario, que fueron diseñados para satisfacer las necesidades de una era diferente.
La atención social, por ejemplo, no era una prioridad cuando la vida era más corta y la atención la brindaban en gran medida dentro de la familia mujeres que tenían menos probabilidades de trabajar fuera del hogar.
El NHS (National Health Service) se creó para hacer frente a enfermedades puntuales. La poliomielitis o la neumonía podía ser curadas por un experto, pero las condiciones crónicas de hoy, como la diabetes o la obesidad, requieren que los pacientes sean agentes activos de cambio. Las necesidades han cambiado y las entendemos de manera diferente, pero los sistemas no. Necesitamos un estado de bienestar relacional, que cree capacidades en los individuos en lugar de dependencia. Las comunidades fuertes no existen en el vacío. Apoyar y ayudar a nuestras comunidades de manera segura y adecuada generará estados de bienestar relacional.
Recopilado, traducido y resumido por:
Ángela Fernández Garcia
Psicóloga General Sanitaria de FUNDIPP
CA- 01141
