El otro día atendíamos en nuestra unidad de psicoterapia a una paciente que venía en pleno proceso de duelo tras haber fallecido su padre hace unos días.
Uno siempre aprende muchas cosas de los pacientes, si sabe escucharles. En este caso, la paciente compartió con nosotros un poema que había leído en internet, que le resultó muy reconfortante y que me dio la referencia y pudimos buscarle y emocionarnos al leerle. No me extraña que le resultase reconfortante, es un poema maravilloso para cualquiera de nosotros que hayamos perdido a alguna persona querida.
Aquí os lo dejamos porque esperamos que os sea de utilidad.
Puedes llorar porque se ha ido, o puedessonreír porque ha vivido.Puedes cerrar los ojosy rezar para que vuelva o puedes abrirlos y ver todo lo que ha dejado;tu corazón puede estar vacíoporque no lo puedes ver,o puede estar lleno del amorque compartisteis.Puedes llorar, cerrar tu mente, sentir elvacío y dar la espalda,o puedes hacer lo que a ella le gustaría:sonreír, abrir los ojos, amar y seguir.
DATOS DEL POETA: David Harkins