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En el siguiente artículo, una persona con TLP enumera 10 ideas importantes que desearía que sus seres queridos supieran para comprender el trastorno límite de personalidad:
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No soy una mala persona.
A veces mi comportamiento se ve impulsado por mis patrones de pensamiento desordenados. Hago cosas que algunos podrían considerar crueles, manipuladoras y peligrosas ¡Y no voy a usar mi trastorno como excusa! Sólo estoy tratando de decirte que esas cosas no son la suma total de mí. Son producto de una forma legítima de pensar desordenada que puede ser difícil de entender. Trata de ver más allá del comportamiento y ver a la persona que amas debajo de él.
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Está bien si no puedes entenderme.
A menos que tengas un trastorno de personalidad, no entenderás ninguno. No en ningún sentido lógico. ¿Y la razón principal? Porque mi trastorno no tiene sentido lógico.
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Mis impulsos son difíciles de combatir.
Cuando recibo un impulso aleatorio de hacer algo, lo siento como un requisito inmediato. No es un deseo, es una necesidad, y si no puedo hacer lo que me dicen, me desanimo, me deprimo y me irrito. Mis impulsos me permiten filtrar las emociones negativas cuando no puedo afrontarlas de forma saludable.
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No soy emocionalmente superficial.
De hecho, soy todo lo contrario. Uno de los síntomas del TLP es la “ escisión ”. Un ejemplo de esto es cuando me conecto con alguien y luego casi inmediatamente me desconecto de esa persona. Puedo pasar de idolatrarle a no volver a hablar con esa persona. Esto no significa que no me importen las personas, a veces necesito desconectarme de alguien porque la emoción que siento hacia esa persona es demasiado intensa para afrontarla.
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Cuando estoy deprimido, no sólo estoy deprimido.
Mi dolor es como un agujero negro. Puede parecer más oscuro que el negro y más profundo que el océano. Cuando me siento deprimido no solo estoy triste, es un sentimiento de tristeza mucho más profundo.
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No estoy siendo dramático.
Sí, en muchas ocasiones puedo resultar dramático, pero estoy hablando muy en serio sobre mis sentimientos. Con frases como: “ya se te pasará”, “no seas tan exagerado”, “sólo ves las cosas desde un punto positivo” ¡no me ayudas!, estos consejos me frustran incluso más.
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Tengo favoritos.
Cuando me conecto con alguien, esa persona destaca por encima de todos los demás . No es una decisión consciente elegirlos a ellos antes que a ti. Ni siquiera se me ocurre que conectarme con otra persona sea una opción. Mi “elección” nunca es con malas intenciones.
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Tengo miedo al abandono.
Si estoy “conectado” contigo y paso períodos de tiempo sin tener noticias tuyas, podría entrar en pánico, sentirme deprimido, irracional e irascible por tu ausencia.
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Tengo miedo de perderte.
Siento un terror irracional de molestarte, hacer que me odies, molestarte y hacer que me dejes.
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Necesito que me tranquilicen a diario.
Necesito sentirme amado, especialmente por aquellas personas con las que conecto. Necesito saber que estás aquí para mí y que no has desaparecido desde la última vez que hablamos.
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