Educación y Salud han presentado un protocolo para reducir las conductas de riesgo respecto al suicidio en los colegios de Euskadi, al incrementarse los problemas mentales de los jóvenes a raíz de la pandemia.
Por primera vez, los adolescentes vascos hablarán del suicidio en clase. Los alumnos recibirán sesiones formativas a partir del curso que viene sobre cómo prevenir esta terrible conducta que busca poner fin a la vida y el año pasado provocó tres muertes de menores en Euskadi.
Se trata de generar una ayuda entre iguales que les puede aportar un valor añadido. Que ellos hablen de estas cuestiones, que conozcan y tengan información.
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Este plan, de aplicación obligatoria en todos los centros de enseñanza del País Vasco y denominado Estrategia de prevención, intervención y posvención de la conducta suicida en el ámbito educativo, tiene como objetivo dar seguridad a los profesionales de la docencia a la hora de abordar estas situaciones y también romper los tabúes que existen en el ámbito educativo respecto a esta práctica.
El protocolo trata de generar ayuda entre iguales que les puede aportar un valor añadido. Hablar de estas cuestiones, que las conozcan y tenga información. Hay que hablar, pero con conocimiento y eliminando mitos que a veces ensalzan una conducta suicida.
En 2021, según los datos del EUSTAT, 148 vascos fallecieron por este motivo, una muerte cada dos días. Por cada suicidio, se producen entre 10 y 15 tentativas autodestructivas. El ámbito escolar es clave para detectarlos a tiempo.
Lo «ideal» sería que los alumnos de 15 años en adelante participen en estas dinámicas de trabajo que se desarrollarán con materiales didácticos. «El alumnado adolescente es el más vulnerable».
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