«No hay nada natural en la idea de normalidad».

Claudia Durastanti (Brooklyn, 1984). Nació en Estados Unidos, creció en Italia y ha vivido los últimos nueve años en Londres.
Esta escritora y periodista musical es hija de padres sordomudos.
Narra una infancia disfuncional en La extranjera (Anagrama), unas hermosas memorias llenas de desarraigo.


¿Cómo está viviendo esta situación que parece sacada de una película de ciencia ficción.
El contagio me pilló en Nueva York, que es la capital de las películas de desastres y del género apocalíptico. Eso ha afectado a la percepción colectiva de tal manera que cuando el virus llegó parecía que ya habíamos vivido esta situación, aunque la paradoja es que eso no nos ha servido para estar más preparados para afrontarla. Me empecé a cuestionar cómo la trivialización de ciertas imágenes y el abuso de la distopía puede acabar insensibilizándonos. Si no, ¿cómo se explica que se tardara tanto en reaccionar? Creo que el virus lo ha radicalizado todo: la violencia es más violenta, la fragilidad más frágil, el miedo y los instintos políticos también se acentúan…pero mi escritura no se ha vuelto mejor, o más literaria. Estoy como en pausa, en un estado de atontamiento que me impide pensar en sentarme a escribir y mejorar.

Estaba en Nueva York cuando la pandemia estalló pero se las ha arreglado para volver a Italia, ¿cómo ve la respuesta de ambos países?

Podría decirse que he vivido el virus en tres países: en Inglaterra, donde he vivido los últimos nueve años; Estados Unidos, al que sigo considerando mi país de elección e Italia, donde en realidad he vivido la mayor parte de mi vida. Ha sido contradictorio, era como ver la misma película horrorosa todo el rato y, al mismo tiempo, ver clarísimamente todas las insuficiencias y los méritos de cada país. Siendo honesta, me cuesta ver algo positivo en cómo Inglaterra decidió afrontar el problema.

¿Y en Italia?

En Italia hay menos concentración de capital y el sistema de salud no está sometido a tanta presión, además la cultura sigue siendo muy cristiana y eso se nota en el cuidado de los mayores. Curiosamente Lombardía, la región donde el virus ha golpeado más, es la que más se parece por ritmo y estándar de vida a Estados Unidos o Inglaterra. Al final, en Italia ha prevalecido la idea de que había que pararlo todo para salvar vidas, mientras que en otros países no ha sido así. Me fui de Inglaterra porque ya no podía soportar más las ideas sobre la inmigración y la obsesión por privatizarlo todo, algo que con la llegada del virus se ha acentuado.

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«Este artículo ha sido obtenido de la pagina: https://www.elmundo.es/papel/cultura/2020/04/24/5ea16dc1fc6c83071f8b45d8.html. Bajo el Titulo. Claudia Durastani: » no hay nada natural en la idea de normalidad. Articculo publicado por. www.elmundo.es. Con fecha. 24-04-2020.

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