¿Deberíamos dejar que nuestros hijos pequeños jueguen con.sierras y cuchillas? Qué disparate, ¿verdad? Pues tal vez no. La psicóloga del desarrollo Alison Golpnik se lo.preguntaba en.un polémico artículo publicado en The Wall Street Journal en 2016 en el que arremetía, a propósito de las últimas investigaciones en su campo, contra la plaga de la ultraseguridad que atenaza a los.hiperprotectores padres contemporáneos, incapaces de dejar a sus.retoños salir solos a jugar a la calle. Ni mancharse ni ingerir nada mínimamente dudoso. Como los cacahuetes. En 1990 casi ningún crío era alérgico a los.cacahuetes. En 2015 había muchísimos.
¿Qué había ocurrido? Los padres no les daban cacahuetes a sus vástagos.para no perjudicarlos y, entonces, al no entrenar su sistema inmune… ¡los convertían en alérgicos a los.cacahuetes! Y así, cuidando paranoicamente.de nuestros hijos, protegiendo a los jóvenes de todo aquello que imaginamos que puede dañarlos -cacahuetes, ideas, dolores y otros tráfagos de la vida- los.estamos debilitando convirtiéndoles en adultos impedidos incapaces de soportar la más mínima afrenta.
Es lo que defiende el psicólogo Jonathan Haidt (Nueva York, 1963) en su nuevo libro.recién publicado en España junto Greg Lukianoff (Nueva York, 1974) en la excelente traducción de Verónica Puertollano: ‘La transformación de la mente moderna’ (Deusto).
Estas son algunas de las preocupaciones que Jonathan Haidt (1963), psicólogo.moral y profesor de la Universidad de Nueva York, ha desarrollado a lo largo de su carrera.como ensayista e investigador. En el libro ‘La mente de los justos’ (Deusto, 2019), Haidt explora las raíces morales de progresistas y conservadores, y analiza los resortes de nuestra.mente que nos hacen proclives a demonizar a nuestros adversarios y a reafirmarnos en nuestros sesgos ideológicos
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